Cocinan y presentan los platos de la forma más atractiva y apetitosa posible.
A la hora de buscar la materia prima ha de buscar la mejor, valorando colores y texturas.

También debe conocer las técnicas para fotografiar alimentos y conseguir así los mejores resultados; un cortador por ejemplo de alambre corta los pasteles de una manera más limpia que un cuchillo; las hortalizas deben de cocinarse durante poco tiempo para que las superficies se mantengan claras y los colores vivos; disponer de gotas de glicerina para dar aspecto de frescura y dejarlas adheridas a la superficie sin que resbalen; por ejemplo si se trata de un pavo , asarlo solo durante 30 minutos y no las 4 horas necesarias y posteriormente pincelarlas con marmite o con aceite para que adquiera el aspecto saludable y apetitoso que demanda una buena fotografía.

En caso de editoriales debe cocinar las recetas y disponerla en el plato de forma sugerente y atractiva, preparando primero una prueba para testar iluminación y composición de la escena y así ir pudiendo corregir lo que no funcione sobre la marcha.

En caso de discrepancias sobre el aspecto final del alimento, le corresponde al estilista inclinar la balanza, pero la última palabra la tiene siempre el fotógrafo, que es a quien se le ha encargado el trabajo y aprobado el presupuesto.

Kavi Sánchez
Fotógrafo profesional Madrid